sábado, 6 de diciembre de 2008

RETALES DE MI AHORA

Me levanto un día sí y otro también pensando.
Si pudiera tan sólo dejar de enredarme, de hacerlo más fácil, de verlo más blanco...una mullida paz interior como la de los sabios y la de los tontos[...]
Pero no, y claro, en este espacio y tiempo en que me encuentro estancada, sólo me queda esperar y recoger retazos de otras vidas que pasan a mi lado.
Voy a tomar un café.

INEM
09:40 a.m. De nuevo llego tarde a la apertura. Tengo el número setenta y pico. Así que voy a por el segundo café del día en esta terraza de la cafetería irlandesa, en principio tan desubicada en cultura o espacio (recuerden que esto es Torremolinos) pero tan bien ubicada estratégicamente.
De pronto, una pareja de extranjeros de cuarenta y tantos, irrumpe en mi mesa. El corazón casi se me sale del susto, y si no fuera por la educación con que me hablan sus ojos, hubieran desatado mi natural mala leche.
Tras un chapurreo de spanglish y alguna palabra en húngaro me entero que es la segunda vez que hacen cola porque la agradable y competente (eso lo deduzco yo) funcionaria les pide por escrito que expliquen porqué no acudieron a sellar el paro. Tan fácil como que simplemente se confundieron ya que el señor pensaba comenzar a trabajar antes. Y claro, la funcionaria (que me juego a que no va a otorgarle de nuevo la subvención) dice que no les entiende, que se lo den por escrito.
Así que me pidieron ayuda y le escribí un jocoso y formal texto a aquella funcionaria tan falta de paciencia y entendederas.
Si no recibí mil gracias, recibí más. Aquel par de par de ojos azules me hicieron recordar mi estancia en Irlanda, cuando Willy (sevillano) y yo fuimos a reclamar a aquella indigna empresaria timadora, nuestro salario. Y al ver nervioso a Willy dijo con altanería:
-Sorry but you are not speaking in English-. Y se dio la vuelta.
¡Qué sonoro "bitch" se merecía!
Cierro los ojos y echo la cabeza atrás mientras cruje la pringosa silla de plástico. Hace fresco pero los rayos del Lorenzo de la Costa siguen cayendo y haciéndome sobrellevar estos lunes al sol.

CASA
Cuatro vidas entrelazadas por las raíces y la sangre. Unidas más de lo normal. Si tú, si yo, si ella, si el chico. Pero no podemos hacerlo de otra forma. Son tan míos como el levante y la sal. Tan necesarios cuando te alejas, tan asfixiantes en abundancia.
Llama mamá por tercera vez en el día:
-¿Dónde estuviste anoche? Te llamé aquí y al móvil-me dice.
-Emm, no, es que salí a cenar con P...(titubeo)Pppaula a Málaga.
Miro de soslayo a Soraya que desde arriba hace una mueca reprobatoria. Cuelgo el teléfono. La miro y le digo:
-¿Y qué quieres? ¿que le diga la verdad? ¿Pa´que me suelte una verdad más grande?
Carcajadas.

NOCHES
Si me quedo en casa, no hay duda, aparece un algodón en mi garganta que no me deja dormir.
No sé cuando se instaló ahí ni porqué, pero sube cada noche a molestarme, asfixiándome y oprimiéndome hasta que el sueño me vence.
Si salgo, todo es diferente:"...Suave. Vaqueros rotos y lentejuelas" como diría Regina.

EL TENDEDERO


Los días de cielo abierto en el pueblo,
Facinas, esa cuesta en la montaña.
El viento frío y puro que trae el olor a ropa limpia, tendida en el aire...

La liviandad de mi niñez, el recuerdo de ninguna preocupación.

Los días de fuerza incombatible en Tarifa,
Ese Eolo que quiere y no puede contra las cuerdas tendidas y los cuerpos robustos.
El olor de mi madre impregnado en la ropa.

La liviandaz de mi niñez, los juegos de imaginar...

Hoy me levanté niña de nuevo.
Y tengo ganas de tender:

Hoy colgaré mis sueños, pa´ que se oreen y vibren de nuevo.
Colgaré mis sonrisas, quiero que se inflen y así recoger carcajadas.
Voy a colgar mi alma, por si alguien la ve ventear y se enamora.

Y para terminar colgaré sin pinzas:
Las lágrimas de los que quiero, y que el levante caliente las seque
Los malos recuerdos que se vayan volando
El amor que le tuve para que se le seque la poca humedad que queda
¡¡¡Y los días como éste en el que escribo estas tonterías!!!

domingo, 23 de noviembre de 2008

El rey Abeja y su país de las Maravillas

Alicia empezó a aburrirse. Estaba sentada en el declive de terreno que conducía hasta la pradera y lanzó dos o tres ojeadas hacia el libro que su hermana leía atentamente.
<<¡Santo cielo!>>-pensó-. ¿Cómo se puede alguien interesar por un libro que no tiene ni una sola imagen?
En verdad que el libro de su hermana parecía muy aburrido. Pero la muchacha estaba tan ensimismada leyendo, que incluso Alicia creyó que se había olvidado completamente de ella. Si se fuera a casa ni se daría cuenta-pensó. Pero no se marchó. Permaneció allí, quieta. Entornó los ojos y respiró profundamente. <<¡Hace calor!>> murmuró.
<<¡Sí!>> replicó su hermana distraídamente.
Alicia lamentó que ni una sola brizna de aire viniera a endulzar aquella calurosa tarde de verano. ¿Qué podía hacer para distraerse? Los párpados le pesaban. Se inclinó sobre el regazo de su hermana y cerró los ojos. Oyó el zumbido de una mosca y entreabrió los párpados. Y fue entonces, precisamente entonces cuando Alicia tuvo aquella extraña visión...
[Lewis Carroll]

Empujó la pesada puerta negra con la inercia de todo su cuerpo. Y se vio embebida de toda aquella mezcolanza de humos, luces e imágenes interpuestas en las que iban apareciendo todo tipo de personas sumidas en su propia lujuria, desinhibición y obsesiones. Al menos iba acompañada de sus amigas para no sentirse tan fuera de lugar. Al fin y al cabo, ella también necesitaba liarse la manta a la cabeza al menos por unos instantes. Poco tiempo después aparecieron ellos. Aunque parecían también un poco desubicados en ese lugar.
-¿Sabeis que mi amigo es brujo?- dijo uno de ellos.
-¿Ah, sí?- respondimos casi al mismo tiempo, entre ironía y dejadez.
-Sí, lo es. Y va a adivinar tu horóscopo- volvió a espetarnos señalando a Silvia, nuestra loca y guapa funambulista, que llegaba de nuevo a la ciudad después que la vida le diera un par de vueltas de campana de esas que ni ella podía controlar.
-Está bien- aceptó ella.
Y de pronto, un tipo con ojillos de conejo blanco lo consiguió. Adivinó su horóscopo y el de cada una de nosotras, además de regalarnos con un par de percepciones (que no adivinaciones) acerca de nuestros roles como amigas y nuestra relación. Mientras la historia sucedía entre Silvia y el brujo, Alicia reparó en algo.
¿Porqué y con qué motivo se paran los relojes en determinados momentos? No es que los pájaros se queden congelados en su batir de alas, ni que el mar deje de romper en olas. No es que el mundo y las personas dejen lo que están haciendo y el Tiempo quede literalmente congelado. Pero lo cierto es que hay un extraordinario momento en que las cosas y personas y todo lo que está alrededor pasa a un segundo plano, se vuelve borroso y de repente caes en la certeza de algo que antes no habías percibido: unos ojos, una sonrisa, un leve movimiento de cabeza...Quizá haya estado ahí todo ese tiempo, y quizá haya habido cientos y una miradas como esas pero sólo las que consiguen que sientas ese ralentí y un pequeño temblor de tierra sólo y exclusivamente bajo tus pies son las que significan algo (o podrían significarlo).
Esos ojos negros (como la canción) se acercaron a Alicia. Junto a ellos venía una sonrisa alrededor de una barba negra y misteriosa, como de visir. Y eso es lo que dijo.
-Tú amigo es brujo, y entonces, ¿tú qué eres?- se adelantó Alicia, sintiendo aún el movimiento sísmico recorriéndole.
-Emperador- contestó de manera majestuosa y delicada.
La ocurrencia resonó en sus oídos incentivando aún más el temblor. Toda ella era un flan de miedo y placer.
-¿Y tú?-continuó él.
-Yo soy Nut, la diosa egipcia- se le ocurrió contestar a Alicia.
Tras ese encuentro, vino otro en el que Alicia fue desvelando el maravilloso país del Emperador, que le hablaba de "saltarse todas las barreras". En cierta ocasión, ella se asustó con una abeja a la que pensó propinar un severo manotazo. Y él, sujetó sus manos y atrapó al insecto suavemente. Alicia, entonces, reparó en las picaduras alrededor de sus dedos. Al preguntar, el Emperador y, ahora, rey Abeja le explicó el prodigioso fenómeno de la apiterapia. Además de adorarse a estos seres y sentir un profundo y sincero respeto por las mujeres, en su maravilloso país existían besos de sal y chocolate, abrazos mojados y también protectores, y un sinfín de promesas de aventuras sin ataduras ni restricciones. El Emperador le invitó a ser una ciudadana libre de ese país, sin compromisos. Pero Alicia no era tan valiente ni estaba aún preparada para abandonar su pasado y sumergirse en ese país y en esos ojos...
Justo antes de salir huyendo para no firmar el acta de ciudadanía ocurrió que Alicia oyó que alguien, con voz dulce, pronunciaba su nombre.
-¡Alicia!
Alicia abrió los ojos.
-¿Qué ha pasado? ¿y las abejas? ¿los besos de chocolate?- preguntó incrédula.
-¿Qué abejas? Mira Alicia, lo que ha pasado es que te has dormido y todo eso de lo que hablas debe haber participado de tu sueño.
-Entonces- se extrañó Alicia- ¿todas mis maravillosas aventuras no han sido más que un sueño?
-Probablemente.
-Pues ha sido extraordinario.
[Lewis Carroll]

Este escrito se debe y pertenece a aquel Emperador que apareció justo cuando yo no podía pero que me dejó estos sueños y recuerdos, que no es poco. Y al que debo una soberana disculpa.
Y a mis dos juanes que se han reído poco con: -La gloria, ¡ Uhh! . Perteneciante a la misma época, jejeje.
Besos (de sal, chocolate, marsmallows o lo que queráis!!)

martes, 4 de noviembre de 2008

Las 7 diferencias

Una mano regordeta aprieta el lápiz plastidecor y hace círculos rojos en aquellas canicas de color diferente encerradas en los grupos dibujados en su ficha. Rodea aquellos que son diferentes, se titula el ejercicio. Después tiene que colorear y encontrar diferencias en dos dibujos aparentemente iguales.
Es fácil encontrar y hacer diferencias ¿no? Pero ¿podríamos encontrar similitudes entre dos imágenes complemente opuestas, entre conceptos, objetos o símbolos totalmente contrarios en la tradición y cultura?
La infancia es el momento en que nos comienzan a establecer los preceptos entre el bien y el mal, lo salado de lo dulce, lo que se debe hacer y lo que no, lo egoista de lo generoso. Siempre se establecen las contradicciones, pero claro, llega un momento en que te toca hacerlo a tí y a veces se producen confusiones. La primera vez que vi a una mujer marriquí fue en Algeciras. Yo nací en Tarifa, pero ahí nunca se quedaba nadie y el boom de las pateras se produjo unos años después, durante mi adolescencia. En un pueblo pequeño no existe mucha diversidad social, por eso cuando fui a la calle ancha de Algeciras, con mi madre agarrando mi mano y tirando de mi paso, lento y corto, me sorprendí mirando a todas aquellas personas que vestían diferente y corrían, corrían, corrían. Pero no me sorprendí al ver a aquella mujer con la cabeza cubierta con un pañuelo y unos ojos negros, preciosos. La señalé y dije a mi madre:
-¡Mira, mamá, como la bisabuela!
Y así era. Mi bisabuela, mujer centenaria, vivió durante toda su vida con un pañuelo que cubría su cabeza y un pañuelo que guardaba en el pecho. Como ella, muchas mujeres españolas tenían esa tradición, como la de las boinas en los hombres. Curiosa similitud ¿no? Como esa, miles.
Por ejemplo, en la época de Mao la prevalecencia del interés social estuvo inspirada en el incentivo moral, los trabajadores y campesinos nunca trabajaban más por comisiones monetarias o incentivos económicos, aunque posteriormente la dirección del PCChino convertió el incentivo material como eje de su política consiguiendo cierta involución parcial hacia el individualismo. Pero volviendo al incentivo moral: una pegatina con un circulo rojo era más que suficiente para reconocer el mérito a una persona. Lo que no dista mucho de aquel incentivo moral de su antagónico EEUU, en el que hemos visto mil veces por seriales, lo que les gusta reconocer el mérito al trabajador de la semana con una foto colgada.
Conceptos similares en diferentes imágenes. Quizás, malversados y utilizados para fines para los que no se preveían como lo ha hecho la publicidad a lo largo de su existencia y desarrollo. Por ejemplo, los vaqueros, aquel símbolo de libertad, de rebeldía, de ruptura con lo tradicional y el conformismo que usaron jóvenes desde los 50. La rotura de éstos y la utilización de vaqueros gastados y descoloridos suponía un gran agravio para la industria de los jeans ya que alargaban la vida de éstos y paraban el consumismo desaforado. Por ello, decidieron "asemejarse" a ese concepto. "No os preocupéis" dijo la Publicidad de mano del Marketing: si quieren vaqueros rotos, los tendrán, pero saldrán de nuestras fábricas. Y los divulgaremos como un símbolo de frescura, de rebeldía, etc. Por lo que dos figuras antagónicas como la juventud rebelde y el sistema ante el que se rebelaban acabaron entrelazados en un intercambio económico llamado compra.
De esa forma, si pretendemos pasarnos la vida buscando diferencias, probablemente las encontraremos, pero probablemente nos toparemos mil veces antes con las similitudes, analogías, los pactos y acuerdos que la Historia ha permitido, o no ha podido evitar; porque al fin y al cabo somos un amalgama de miles y miles de átomos (personas, cosas, relaciones, animales y plantas, descomposiciones...) que vamos dando vueltas, agrupándonos y desagrupándonos y conformando este cuadro enorme no como aquel juego de las siete diferencias sino como los mosaicos de las primeras civilizaciones.
Entre tanta marabunta, no se os olvide vivir.

P.d. ¡Os he dejado siete diferencias en la imagen (u ocho si mis razones se cuentan por dos)! jejeje

sábado, 18 de octubre de 2008

MI PERSONAL BILONGUI

http://www.youtube.com/watch?v=gIzc_zOmqIE
Llevo mucho tiempo sin pasar por aquí...
Tengo como diez borradores de entradas que pretendía terminar; eran más o menos buenas ideas, pero sin forma, y sin espíritu. Es lo que me sucede cuando tengo estas etapas de apatía, de estar semivegetal, o perdida o pensativa o qué se yo.
El caso es que anoche escuché de nuevo una canción que me encanta. Y después de un tiempo (no mucho) sin sentir nada, pues, algo se me removió. Fue sólo por una canción, unas letras que no tenían contenido de añoranza, no me venían recuerdos y no tenían una cara. Era simplemente algo que me hacía sentir viva y llena.
Ojalá se llene el cuenco de nuevo, mientras tanto escucho esta canción una y otra vez.
Un beso a todos

jueves, 21 de agosto de 2008

Mujer

Esa noche las chicharras no cesaban en su continuo canto titilante. Anunciaban una madrugada tan sofocante como la tarde que ya cayó. La maldita gasa del vestido se me pegaba a las canillas como palitos de dientes que poseía en aquel entonces. Corría tras mis hermanas casi sin aliento intentando llegar la primera al viejo reanult 124 de mi padre. Estábamos extasiadas con la promesa de la feria: luces, música, bailar sevillanas, cacharritos, juntarnos con "lasprimasdemadrid", comer codornices y quien sabe, quizá hasta nos dejaran beber cocacola.
Las prioridades infantiles prevalecían por aquel entonces a cualquier percance o situación violenta que pudiera sucederse, por ello, en la mente todo se quedó grabado como una película de aventuras, donde los desaires personales eran tonterías de mayores que se veían tan simples, escuajosas...
Aquel día debió ser de cambio de viento. Supongo que paró el poniente para dar paso al levante y por eso aquella calor, aquella noche espléndida y estrellada aun a comienzos de septiembre.
Olía a feria. A caballos, arena, fino y perfumes que emanaban los cuerpos sudorosos. Después de una noche completa y feliz, nos "recogemos que mañana hay que trabahá". La boca de mi madre abierta en una gran sonrisa. Y la cintura bordeada por el brazo de mi padre. Yo les miraba de soslayo y me reía.
De repente, una sarta de improperios me hicieron girar a la izquierda. Bastarda, hija de la gran...Allí, en la esquina de un puesto cerrado de apuestas de camellos se alzaba un hombre, un gigante soez y torpe que atropellaba y aturullaba a una mujer de unos treinta años, morena, con la boca casi tan bonita como la de mi madre, pero menos sonriente. La sujetaba de las muñecas tan fuerte que yo imaginaba su pulso, su sangre bombeante por las venas exaltadas de sus brazos. Cómo se puede sé tan zorra y humillarme; lo que quiere e amargarme la noshe, no? Escupía, maldecía y alzaba más y más la voz. Su cabeza de gallo erguida, atraía todas las miradas y él se enaltecía, se hacía más macho y más hombre cuanto menos mujer y persona se sentía ella, que era ya casi una madeja rota de lágrimas y ayes, una sombra en el suelo sujeta por un brazo avasallador. Y cuando vi que llegaba el golpe final, la mano alzada cortando el aire opresor haciendo sombra en los labios temblorosos de esa mujer, mi padre me retiró de la escena. Me agarró y susurró: vamos, no mires, sigue palante. Claro, él lo hizo en su afán protector, sin pensar en la trascendencia de sus palabras.

Para ser honesta, no sé si esto que cuento sucedió en realidad o no. Puede que no pasara nunca en mi infancia. O puede que pasara tantas veces... Si que sucedió hace dos días, en la feria de Málaga, sólo que él podría tener unos veintipocos años y ella era rubia. Pero al igual que antaño seguimos sin mirar, girando la cara ante la violencia, "seguir palante quedándonos atrás, siempre nosotras".
Acaso la normalidad del hecho hagan incluso mediocre este texto. Así de cruel es la historia.

viernes, 1 de agosto de 2008

RESILIENCIA

La resiliencia es una de esas palabras que conoces por causalidad. Yo lo hice en el momento exacto para entender mi estado recién estrenado. Resiliencia es un término variante de un concepto antiguo, quizás el más antiguo, el que hizo que hoy estemos donde estamos, y que seamos lo que somos. La supervivencia.
Leí que resiliencia en términos psicológicos es "la capacidad de los sujetos para sobreponerse a tragedias o períodos de dolor emocional. Cuando un sujeto o grupo humano es capaz de hacerlo, se dice que tiene resiliencia adecuada, y puede sobreponer a contratiempos o, incluso, resultar fortalecido por los mismos".


Es un término bello, resiliencia: resistencia e inteligencia, la manera de resistir los golpes y superarlos con inteligencia. Vivir es una aventura increíblemente jodida y ambigüa, pues para saber apreciar realmente lo bueno también hay que paladear lo malo. Pero el hecho de hacerlo sin quedar parapetado por siempre en un halo de tragedia o tristeza perenne es algo más que un simple acto de supervivencia. Tratar de seguir respirando, comiendo, durmiendo...es algo sencillo, teniendo en cuenta que lo llevamos registrado en nuestro código biológico. Pero el cómo hacerlo, es algo muy diferente.

En el ámbito de la física, resiliencia es una magnitud que cuantifica la cantidad de energía, que absorbe un material al romperse bajo la acción de un impacto, por unidad de superficie de rotura. Se diferencia de la tenacidad en que ésta cuantifica la cantidad de energía absorbida por unidad de superficie de rotura bajo la acción de un esfuerzo progresivo, y no de un impacto. De esta forma todavía más gráfica podemos entender lo que es un ser resilente. Aquel o aquella persona que sin esperarlo recibe un golpe brutal del que acaba sobreponiéndose haciéndole incluso más fuerte. De ahí, supongo, viene esa famosa frase, que jode cuando estamos mal y que todos nos dicen porque al fin y al cabo es cierta: lo que no te mata, te hace más fuerte.

Pues a eso vamos, a homenajear a todos aquellos invencibles que luchan por ser seres resilentes.


Un abrazo enorme a mi princesa, a mi gorda, a mi gordo, a esa loca que trata de vivir pasito a paso...y a todos aquellos que intentan ver los colores que están por venir.

martes, 29 de julio de 2008

Ahí donde el alma resopla, ¡ése! el escóndite del recuerdo


¡Un dos treeee-pollito inglé! A la una mi mula, a las dos....¡A Bateá, vamos a jugá a bateá!...Yo zoy cascarilla, ehhnn??...Las canica zon mía. Kiyo y er pane y esta gente?
¡¡¡¡¡¡¡HUEVO REVUEEEEEERTOOOOOOO!!!!!!!!!!!

Como todos sabéis he vuelto a los orígenes, es decir, mi Tarifa, pa descansar y reencontrarme. Y al hacerlo, después de tanto tiempo de sólo visitas fugaces y poco intrusivas, me encuentro con una explosión de recuerdos, sensaciones nuevas y viejas, reencuentros con personas, cosas, lugares y construcciones que me hicieron plantearme escribir sobre todo esto por la riqueza sentimental que para mí supone.


Cada vez que vuelvo a Tarifa, ya sea larga o corta mi estancia o el tiempo que haya pasado sin venir, se repite la misma sensación: una vez dejo la última curva de la carretera algeciras-tarifa, se asoma imponente bajo la cuesta el pico de La Isla y Tarifa entera con su sinuosa silueta bañada de las aguas que la han hecho famosa. A lo lejos (o cerca, depende de la visibilidad del día) África callada. Miro de izquierda a derecha lentamente: la rocosa costa de la caleta, las casitas, el puerto, la playa chica, La Isla, los Lances, la tortuga, el "campofurbo", la Vega, la peña, Punta Paloma a lo lejos...Y así recorro el dibujo de su mapa, como hacía con mis dedos sobre tu rostro, absorbiendo en cada esquina los recuerdos que más tarde me harán vibrar y que en ese momento me provocan un vértigo y un nosequé en el estómago seguido del subidón que hace que acelere a pesar del radar, para llegar cuanto antes y beberla entera.
Dicen mis amigas de allá que cada vez que vuelvo de Tarifa voy con un vocabulario y acento extraño, y ahora, más que nunca estoy retomando esa esencia que se pierde a pesar de uno, ya que las va regando por el mundo e impregnándose de otras que ocupan su lugar en el uso.
Y es que por mucho "kait y güinsurfero" o madrileño-catalán-sevillano refinados que vengan a decir que lo especial de Tarifa son sus playas, su viento, su ambiente multiétnico-cultural de los cojones, disculpénme y no es que no aprecie el valor que ustedes otorgan y dan a esta tierra, pero siento decirles que ustedes, señores, no conocen Tarifa hasta que no sepan muchas cosas importantes que han estado dándome bofetadas (cariñosas) desde que llegué el pasado 1 de julio. Desde entonces, cientos de palabras, expresiones, frases e historietas nunca oídas o ya conocidas me han hecho estar ojo avizor (más bien oído avizor, si es válida la expresión) para anotar en el móvil apuntes de lo que luego pretendían ser textos para este blog.
De esa forma intentaré dejar plasmada mis sensaciones que ya sean ustedes o no de aquí, probablemente les revuelva si tienen alguna patria chica a la que volver siempre que estén cansados de la aventura del ir y venir de la vida. Al fin y a al cabo, y salvando las diferencias y particularidades, todos los pueblos son los mismos pueblos; todas las personas, personas, y todas las necesidades las mismas. Aquí y en Pekín.
Un saludo

lunes, 7 de julio de 2008

Después de mucho tiempo...

Hace tanto tiempo desde mi última entrada que pareciese que he venido de Dublín a nado.
Y bueno, lo cierto es que sí que he dado imensidad de brazadas desde entonces y no negaré que he tragado agua un par de veces. Pero aquí estoy, de nuevo. con esta foto de allí (gracias Leticia) pero mirando aquí, ahora con la vista en otro mar y otro océano. Y dispuesta a escribir lo que salga.
Espero me perdonen por la tardanza pero es que colocar las cosas y a una misma es tarea ardua. Me despido con otra de Mafalda...
Hasta pronto.

jueves, 1 de mayo de 2008

¿DE QUÉ LLENO LA MALETA?


Serà un viatge emocionant,

Un moment i gens més.

I en un salt... ja està!

Bye, bye, darling...

Goodbye!
(De la película Salvador Puig Antich)

Así llevo varios días, observando la maleta. Cruzada de piernas y brazos, dejando pasar el maldito tiempo a ver si me deja cruzar la línea del "un pie aquí y otro acullá". Pues eso ¿qué meto? Buff, canciones, recuerdos, pensamientos varios, sonrisas, olores, palabras, miles de esas cosas rondan por mi cabeza en un torbellino desenfrenado que no tiene fin.
La vida de nuevo me cogió de imprevisto y me dio otra vuelta. Por jugar a la aventura, al no querer previsibilidad y estancamiento, me ha dao tres tazas.
Estoy en Dublín y estoy en España. Recogiendo mis retazos de aquí sin saber cómo colocarlos allí. Al fin y al cabo, tampoco es que dejara una página en blanco antes de venirme. Pero claro, las cosas no son nunca más lo que fueron, sobretodo cuando es uno mismo quien cambia. Veremos que llega.
Tengo mil fotos preciosas y significativas, de lugares y de personas entrañables e importantes de esta vida que escrito en esta isla. Pero como es imposible ponerlas todas, pongo mi moqueta. Siempre se dice aquello de: "si las paredes hablasen...".
En este caso diré: "si la moqueta hablase..."
Ella se ha impregnado de todas las cosas que quisiera llevar en mi maleta: contiene todas y cada una de las huellas de los zapatos de las personas que han pasado por mi vida en estos últimos 8 meses, en esta aventura inigualable. Tiene el eco de los sonidos babelianos de todos los idiomas y dialectos que han zumbado en mis oídos. Tiene los restos de comida de todas las procedencias: Argentina, Brasil, Polonia, India, Nepal, Japón, Francia, Italia, Tahilandia, España...y todos sus aromas. Todavía guarda el vibrar de risas y más risas, pedos, bromas, ironías, borracheras...
Ha absorbido miles de líquidos diferentes: alcohólicos, no alcohólicos, corporales, extracorporales...
En ella se han derramado más de diez tipos de lágrimas, en muchos y diferentes llantos. En ella ha habido confidencias, reproches, reconciliaciones, insultos, esperanzas, sueños, infidelidades, desoladoras revelaciones.
En ella he recuperado almas que creía perdidas, perdí otras que creí eternas.
Ella sabe de cada uno de mis estados de ánimo en estos largos meses de frío, y sólo por el sonido y peso de mis pasos: alegres y de estreno los primeros días donde todo era nuevo; confusos, nerviosos y frustrados por las barreras del idioma y la economía. Otras veces, taciturnos, acostumbrados a lo cotidiano del día a día. Carreras los días de fiesta que terminaban con pasos de bailes de salón. Ahora, presiente que me estoy yendo, pues mis pasos son silenciosos y leves, como si mi cuerpo solo contuviese mi cuerpo y mi gravidez también fuera la mitad.
Estos días de silencio, comparto con ella mis últimos instantes de todo. Mis últimos capítulos de embrujadas en inglés. Mis tazas de té o café a la hora de los encuentros con Soraya. Mis últimos humos en esa terraza congelada. Mis últimas oportunidades de descubrir más rincones de Dublín y sus maravillas. Por ejemplo, ayer, disfrutamos de una increíble cena India de un cuchitril por el que pasaba todos los días, de camino a casa. Namaste India. De hecho está a un minuto de mi casa. Nunca hasta que percibí que sería la última oportunidad de probarla y que quizá me estuviera perdiendo algo, me había planteado ir. Y es la comida india más famosa de toda Dublín, lo reafirmo. Maldita la lucidez que nos otorga la cercanía de la pérdida o del adiós.
Con estos pensamientos voy dejando pasar grano a grano de arena hasta que llegue el momento.
El Gran salto, otro Viaje Emocionante...
Guardo pues esta moqueta en mi hipotética maleta de recuerdos; quién sabe qué les depara a estos pies el mañana.
Bye, bye, Dublín...
Goodbye!

domingo, 27 de abril de 2008

SIN EXCUSAS






Un profesor me dijo una vez:
"El impacto que sufre una mujer del Tercer Mundo cuando se le muere un hijo es equivalente al de una mujer del Primer mundo cuando se le rompe una uña".

Muchas veces he mascado este pensamiento buscándole sentido, a veces dándole veracidad, a veces desmintiéndolo, otras simplemente horrorizándome de su crueldad.

Primermundo está gritando a Tercermundo:

-¡Eh, tú! ¡Que me tienes que pagar la deuda externa!

Y responde Tercermundo:

- De verdad que lo siento, pero mi gente se está muriendo de hambre. Hemos estado recogiendo granos de trigo para ver si tendríamos para nuestros niños, pero no llega. Así que tampoco podemos darte mucho ahora.

A lo que Primermundo contraataca:

-Yo no te he preguntado por tus problemas, porque problemas tenemos tós. ¿Sabes? Yo no me puedo comprar el audi y eso también es dolorosísimo. Sinceramente, no te digo que no sea terrible lo que te pasa pero no es excusa. Y deberías haberte ahorrado el discurso porque eso no evade tu responsabilidad. Y si no, no haberte metío. Coño.

Y aquí se acaba la conversación. Pues a ver, en un mundo donde vale lo mismo la vida de un niño que la rotura de una uña, díganme si merece la pena contestar.

Siempre estoy hablando, también escucho, ojo. Pero la verdad que por más que quisiera ser de "sentimientos pa dentro", no puedo. Una vez me dijo uno que se llamaba Miamigo: oye ¿qué pasa con la deuda externa que me olvidé en tu casa? Y yo le respondí: lo siento muchísimo, pero sabes que pasa, que se me a muerto de hambre...¡Para, para, para, para! me dice Miamigo. Yo no te he preguntao por tus problemas, problemas también tengo yo que necesito tu deuda externa pa ponerla en mi armario repleto de dinero proveniente de deudas como la tuya, y ahora tiene un hueco vacío. Así que no niego que tus problemas sean terribles, pero eso no evade tus responsabilidades. Sin excusas.

Así que si alguna vez les hablo de mis muertos o mis uñas, ya saben, cállenme la boca. Ya que nada evade mi responsabilidad, ¿o no?

domingo, 30 de marzo de 2008

Dos metros cuadrados de piel


El peso del libro en su regazo; la sensación rugosa y dura de la madera sobre su espalda; el hormigueo en sus piernas en contacto con la hierba fresca y flexible bajo su cuerpo y, finalmente, el placer de los escasos pero bienvenidos y deseados rayos de sol sobre su rostro, la hicieron consciente de que por fín había recuperado su piel. Y despertar a la convicción de que realmente lo que te juegas cuando amas no es el corazón, sino la piel.

El invierno estaba desapareciendo lenta pero progresivamente. El parque estaba lleno de personas como ella, movidos por el sentimiento heliotrópico, que hacían sus vidas por fin fuera de sus guaridas. Miró primero a la pareja que trataba de discutir de esa forma estúpida que todos hemos practicado sobre quién se merecía el sitio más soleado en el banco. Y entonces se percató de aquel anciano elegante, con un puro habano y la piel curtida, que parecía dirigir la mirada a su libro de anatomía.

-¡Coño, el examen!

Se levantó de un salto y se fue corriendo a clase. Había estado dormitando bajo la sombra de aquel árbol, después de intentar sin éxito absorber todo lo que debió haber estudiado la noche antes. Sólo que la noche anterior, absorbió otros conocimientos o experiencias. Su extrambótica compañera de piso la invitó a una fiesta de noséque en un garito de nosédonde con motivo denosécuanto. Todavía tenía retazos borrosos e inconexos merodeando por su cabeza. Eso, aparte de la monumental resaca, no la hacían muy apta para afrontar un examen final de semestre, aunque este tampoco había sido el más brillante de su carrera.

Llegó azorada y se sentó en una de las banquetas pegadas a la ventana. La profesora pasó por su lado dejando un examen de cuatro folios grapados. Le dio la vuelta e intentó concentrarse en él. Pero su mente no la dejaba centrarse, iba de un recuerdo nocturno a otro, desaforada y desordenadamente. Primer bloque: la piel. Definiciones, partes, función...todo rondaba por su cabeza pero no podía desarrollar ni una sola parrafada conexa y coherente. Había sido demasiado durante los últimos meses: agotador. Y había pasado por todos los puntos: asombro, esperanza, fracaso, desesperación, apatía, vacío...Y había sido tan rápido, un suceso tras otro, que ni siquiera se dio cuenta de lo que había perdido o que le habían arrebatado las circuntancias hasta que llegó al fondo.
Así que escribió:

"La piel es el mayor órgano del ser humano.
Ocupa aproximadamente dos metros cuadrados y su peso apróximado es de 5 kg.
Si pierdes la piel, puedes decir, que estás acabado, además de bastante más ligero de peso. Es entonces cuando te recomiendan ir a un psicólogo o especialista que sólo te hará errar intentando resolver algo que no se encuentra en tu mente, sino en tu piel y que finalmente se curará a partir de algo que no tendrá nada que ver con sus métodos, pero que sin duda alguna se atribuirá los méritos.
La piel actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que le rodea, protegiéndole y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno. Por lo tanto, si pierdes la piel, pierdes la sensación de seguridad y el miedo te incapacitará para comunicarte con el mundo a tu alrededor. Todo tipo de traumas te hacen perder un poco de piel y corpúsculos, de los que está compuesta, pero todo depende de qué parte de piel pierdes y de cuánto. Los corpúsculos de Ruffini, por ejemplo, proporcionan la sensación de calor".

Y pareció volver a aquella tarde, dos meses atrás; el calor de sus mejillas se incrementaba a la misma intensidad que su impotencia mientras escuchaba las palabras salir de la boca de Él. No podía ser que se estuviera acabando.
"Los corpúsculos de Paccini dan la sensación de presión".
Y sintió bombear la sangre en su oído recordando la terrible conversación con su madre cuando recibió la noticia meses antes.


"Los corpúsculos de Krause proporcionan la sensación de frío"

Entonces sintió como gotas del hielo derretido del vaso que sujetaba la noche anterior le hicieron soltar el bolígrafo.

Finalmente los corpúsculos de Merckel y de Meissner presentes en el tacto de piel sin pelos, como palmas, plantas, yemas de los dedos, labios, punta de la lengua, pezones, glande, clítoris y otros tejidos son los responsables de hacernos sentir cosas maravillosas.

Y ahí, una explosión de recuerdos que encajaron como un puzzle de mil piezas le hicieron recordar la noche anterior por completo. Donde recuperó su piel. Y la estrenó con otra. Suspiró aliviada y sintiendose completa.

La piel, después de todo, sólo precisa de algo para recuperarse tras arañazos, quemaduras y otros desastres: TIEMPO".

miércoles, 19 de marzo de 2008

...I pray God it´s our last
I could have been someone
Well so could anyone
You took my dreams from me
When I first found you
I kept them with me babe
I put them with my own
Can´t make it all alone
I´ve built my dream around you

Y pasó Saint Patrick´s Day...

Pero pasó como la espuma de una cerveza rubia, no como la de una Guiness: Un estallido de color y brillos, mucha algarabía, fluidez de gente y culturas bañadas del verde nacional. Y una promesa...

Ahí os dejo un trocito de la canción interpretada por "The Pogues" bastante borrachos y Katie Melua. Bien podrían haberla grabao un día de Saint Patrick...

http://es.youtube.com/watch?v=ig3EjNlKP5M&feature=related




lunes, 3 de marzo de 2008

"IS OK, NO PRROBLEM"

Fluyendo entre la marabunta de caras desconocidas, me muevo por el motor de mi olfato. Unos minutos antes acababa de caerme de la cama mientras buscaba a tientas el maldito móvil: 07:03 a.m. private number.
-Hello?
-¿Carolina? Tengo un trabajo para tí hoy.
-Perfect. I´ll be there.
Después de tratar de autosuicidarme con la almohada, mientras mi maldita estampa me decía "pues te jodes porque no hay más remedio", consigo levantarme, vestirme a toda prisa y ahí estoy, fluyendo entre la marabunta de caras desconocidas.
Encuentro el sitio a pesar de mi nefasta orientación. Entro. Es un edificio de oficinas financieras. Me colocan la identificación de turista después de explicarles a lo que vengo y la recepcionista con la mejor de sus intenciones me dice:
-Siéntate, honey ¿Sabes? Carolina es un bonito nombre. En un minuto bajará alguien de la cocina para llevarte ahí.
Una vez allí, me doy cuenta de que cada día es la misma rutina diferente, valga la contradicción. Los mismo rostros desconocidos, currando por el salario mínimo, por supuesto; la misma comida, los mismo clientes tan ocupados o cansados que ni siquiera tienen un segundo para pararse y darse cuenta que les estás sonriendo.
Y los mismos compañeros de trabajo, también rostros anónimos, y los mismo diálogos de cortesía:
-¿Cómo te llamas?
-Carolina
-Corolainn..a
-Carolina- insisto una vez más, pero ellos lo pasan por alto
-¿De dónde eres?
-España
Y ahí sí, cada uno escupe lo mucho o lo poco que le viene a la mente con esa palabra. O los pueblos o ciudades remotos donde algún primo o amigo estuvo.
-¿Y de dónde?
-De Cádiz.
-Eso está en Canarias ¿no?
Al final, acabas recabando datos minúsculos de otros países en los que jamás pensaste, o de los que no pudiste imaginar las caras de sus habitantes, tradiciones...Polonia, Hungría, Irán, Estonia, Rep. Checa, Rep. de Mauricio (¿quién vive allí, aparte de turistas?) Y aprendes unas pocas palabras con las que agradecer, saludar, insultar...lo típico.
Acabas haciéndote a toda esta rutina de tal forma que a veces no caes en la cuenta de lo extraordinario que hay en esas relaciones. Hasta que el dios de las pequeñas cosas surge en una de esas situaciones para ponerte los bellos de punta, adentrarte en la condición humana, viendo cosas que jamás sospechaste.

Me tocó en la parte de la comida caliente. Con Jana, una mujer polaca de unos 40 años. Tenía una cara dulce, pelo castaño, ojos color miel. Solo me miraba y sonreía. Y tenía una bonita sonrisa, a pesar del vello aparente en la comisura de los labios. Era dulce, a pesar de sus gestos bruscos y su acento fuerte. No paraba de decir una y otra vez: Is ok, no prroblem.
Hablamos poco:
-Mai inglish nou gud- me decía entre sonrisas.
-No te preocupes, estamos todos en el mismo barco.
A pesar de todo, y con unos diez o quince "okeis, no prroblem" por medio, conseguí saber desde cuando estaba aquí, si le gustaba, si añoraba a su familia, si estaba casada:
-Jusband-indicándome el anillo insistentemente-nain yiars.
-Ohhh- repliqué asombrada- Kids?
Pero nada pasó, así que volví a preguntar:
-Have you got children/kids?
De repente su sonrisa desapareció y toda la dulzura se tornó en infinita tristeza. Hizo un movimiento con ambos brazos, recorriendo lo que supuse era su cavidad uterina. Dibujó algo parecido a esto: ) (
Y continuó diciendo:
-His gon. Se fue.
Todo el dolor de su aborto expresado en un gesto y tres palabras.
-I´m sorry- murmuré sintiéndome estúpida.
Me sentí tan impotente y desubicada que solo me repetía por dentro, por dios que me diga otra vez is ok, no prroblem, is ok.
Pero no dijo nada.
Y el dios de las pequeñas cosas me dejó de nuevo con la piel erizada y un regusto de leche agria en la boca.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Qué...


Creo que hoy es uno de esos días paranoicos, donde tiras de un hilito y aparece un galeón que perdiste hace años, y lo guardas en el baúl de los recuerdos del 92 que es donde corresponde y, al guardarlo, de pandora se escapa un nombre que creías extinto, pero no. Es más, te lleva a las Antípodas y te canta una canción que curiosamente te hace llorar porque te recuerda a aquella vez que te dolió tanto la caída...
¿Qué parte de mi vida se llevaría mi vida?
Las preguntas. La necesidad incesante de preguntarme cosas y hacerlas certezas que me encanta rebatir y discutirme. De negarme y preguntarme de nuevo.
Que le callen al que calle a los niños con esas benditas palabras en los labios ¿Y por qué...? ¿y por qué...? ¿y por qué...? ¿y por qué...?


"¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

Que uno tiene que buscarlo y dárselo...

que nadie establece normas, salvo la vida...

que la vida sin ciertas normas pierde formas...

que la forma no se pierde con abrirnos...

que abrirnos no es amar indiscriminadamente...

Que no está prohibido amar..."


Me voy a la cama con mil preguntas y con la dulce cadencia de su sonido: ¿y por qué...?¿y por qué...?¿y por qué...?
Que descansen.

martes, 5 de febrero de 2008

Aquí está: Os presento a Carlitos...

Carlitos nació un día tal como hoy, a esta cierta hora, pero hace ya unos añitos...
Los cumpleaños son cosa rara. A veces te pasas días y días esperando que lleguen, diciéndoselo a todo dios, preparando cinco cenas o reuniones diferentes para celebrarlo con todo el mundo. Otras veces el discurrir de los días y la monotonía hace que simplemente llegue y se vaya como un soplido en la nuca: un poco de repelus por el vértigo del tiempo y luego todo el peso de la gravedad sobre tu ser.
En eso estaba mientras escuchaba los carnavales gracias al bendito youtube, entre melancolía y añoranza de este pasar de los años y me ha dado por el misticismo numerológico (Al final me convencerás de su magia).
Llamé a google de nuevo, tonteando con las etiquetas de entrada y acabé poniendo mi fecha de nacimiento: 6 de febrero de 1984.
Y ahí estaba wikipedia siempre en primera posición, por alguna razón filio-economica-política que desconozco y de cuya ignorancia no me lamento.
Es curioso, inténtenlo con la suya, vereis que de cosas acontecieron al mundo aquel día que para ustedes sólo olía a pastel, velas derretidas y algún que otro regalo.
Realmente se me ha ido la cabeza con el rollo místico, porque me he puesto a buscar relaciones entre los sucesos y mi vida, como si estos hubieran marcado o definieran en algún modo mi carácter, personalidad o acaso expliquen donde estoy en este momento. He encontrado ciertas cosas que me hubiera gustado adoptar como mías y he rechazado otras de manera rotunda. La página desarrolla un montón de acontecimientos cronológicos en los que el 6 de febrero año tras año sucedió algo importante para la humanidad, según versículo 5, salmo tercero de la Wikipedia, claro.
Recuerdo que hace tiempo alguien me dijo a cuento de mi fecha de nacimiento que era el día que murió Bob Marley y, claro, para hacer la gracia yo siempre decía que murió él para darme el relevo. Gracias a Wikipedia he descubierto que no sé si murió ese día pero sí que es fiesta en Jamaica como Día de Bob Marley, así que algo tendrá que ver.
Al final, he acabado desechando tanta tontería número-enigmática porque tendría que asumir también que no solo murió Jorge Guillén del que me agradaría alguna influencia sino que también nació Daisy Mary, actriz porno norteamericana, con la que creo no tengo mucho que ver.
Pero son curiosos algunos datos que inconscientemente relaciono, por ejemplo, es también el día nacional de Laponia...
Al menos me ha servido como excusa para escribir esta chorrada y obligaros a que me feliciteis.
Mil Besos a todos,
Carlitos

viernes, 4 de enero de 2008

¡Respira, respira!

Con puntos de despedida/partida que te provocan un shock;Cuando el mundo entero gira vertiginosamente para que no puedas hacerte con el control de nada.
En ese instante tengo dos opciones: abandonarme a su suerte y refugiarme en la cobardía como método de aceptación de mis limitaciones; o girar en otra dirección sabiendo que no hay nada, absolutamente nada, que vaya a facilitarme el camino; pero es la única solución para sentirme viva, o al menos para no sentirme muerta...
Cierra una puerta; abre una ventana- me dicen
¡Respira, respira!- me digo
¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué...
Y tengo ganas de escupir, maldecir, arrojar, despreciar, asestar, recurrir (no sé a qué), perjurar, renegar, imprecar, EXECRAR!!
¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué...
¡Respira, respira!
Me vacío, me desmorono,soy una almohada desplumada.
Un amasijo de contradicciones ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué...
Pero ahora, en la calma después del arrebato,
arremolinada en la cama, me llega tu voz como un salmo:
"si por mas que yo te quiera es que no me alcanza..."
Y ahora sí, ya lo entiendo:
¡Cierro una puerta, abro una ventana!
¡Respiro, respiro, respiro, respiro, respiro, respiro,
respiro, respiro, respiro!!!!