jueves, 28 de enero de 2010

FLORIANÓPOLIS


Barco hasta Paranaguá y autobús hasta la estación principal de Floripa. En mitad del trayecto, el autobús para y la gente se baja. No nos enteramos de nada y bajamos también. Asombradas advertimos que estamos sobre la plataforma de un carguero (autobús incluido) y cruzando hasta otra parte de un canal. Raquel, nombrada con cargo desde el primer día por su concienzuda y precisa labor de orientación, estaba atacada moviendo papeles y mascullando:
-Pero, pppero...¡Esto no estaba en ninguna guía!
Nos moríamos de risa.
Santa Catarina es una isla bastante grande y fue destino favorito de argentinos tiempo atrás. Aún hoy el sitio está plagado de ellos y numerosos establecimientos son dirigidos o propiedad de los mismos.
Pasamos dos noches en la parte sur de la isla: Costa da dentro. La "pousada do Pirata" fue donde moramos.
La zona es mucho más tranquila que el centro de la isla pero para mí también más bonita.
El hostel para haceros una idea, lo definió esa chica de la derecha, con sus rastas y tó, como:
- Demasiado hippy para mí.
Así que imaginaros.
Aunque a nosotras nos encantó con ese bar con cuenta abierta (susto al irnos, que siempre pagábamos más por la cuenta del bar que por alojamiento), sus caipirinhas, sus pizzas baratísimas, poníamos la música que qeríamos, salimos de marcha con los dueños y todos los inquilinos, apenas cruzamos palabra con un par de cucarachas...
La excursión a las cachoeiras fue también todo un acierto:
Después de tres horas de caminata por el bosque subiendo y bajando caminos, con tormentas de verano que refrescaban un poco, llegamos a un ramal del camino que te llevaba a unas cataratas en las que podías bañarte.


Después del chapuzón y hacer el mono un rato seguimos caminando hasta un pueblecito de pescadores famoso por sus ostras. A no encontrar la parte de restaurantes, seguimos un cartelito mu shico y escrito a mano que decía "restaurante". El sitio en cuestión era una casa sobre un humilde embarcadero encima del mar. Alrededor de éste, colgaban las redes de mariscos, bateas o como se llamen. El señor que regentaba el sitio era un abuelo adorable y amabilísimo que nos sirvió el mejor rissoto de mariscos que he probado nunca.

En Santa Catarina en total estuvimos 6 días y 5 noches, las últimas fueron en el centro de la isla Barra da Lagoa, donde había más marcha y donde disfrutamos de ratos de playa, relax y pudiendo compatir experiencias con la gente que íbamos conociendo. ¡Cómo hecho de menos Brasil!

lunes, 25 de enero de 2010

ILHA DO MEL


Llegamos después de 2 horas en barco a Ilha do Mel desde Paranaguá, esa ciudad que sale en la foto.

Los pies tambaleaban no sabía ya si era del vaivén de las olas, del equilibrio de a mochila o de la sensación de flotabilidad en mi imaginación.

El puerto es sucio y lleno de trastos. Los bares y establecimientos se amontonan en la arena y la gente sentda en los porches o en sillas de playa a la puerta de sus cabanias, me hicieron recordar esa costumbre andaluza, tan nuestra.

Un par de conciertos durante las cenas y un paseo más allá de la playa de Encantadas, pasando e mar de fora hacia la fortaleza que lamentablemente, Lucilia, no pudimos ver a pesar de tu recomendación; primer intento porque la marea estaba muy alta y segundo quedamos a la mitad del camino por falta de tiempo.

Por la mañana temprano flipaba pensando:


- Dios mío! estoy desayunando en la orilla de una isla preciosa con la vegetación tropical detrás de mi espalda y en el otro lado del mundo.


Para ser justos, y no poneros los dientes tan largos , que no todo es tan bucólico: las avispas alrededor de la papaya no eran agradables.

Sólo un día y dos noches en la isla porque la humedad y las llucias de verano, tampoco ayudaron a alargar los días, así que tuvimos que ir hacia nuestro siguiente destino: Florianópolis.

Pero está claro que Ilha do Mel tiene magia...

miércoles, 20 de enero de 2010

3ª ETAPA: SERRA VERDE EXPRÉS Y PARANAGUÁ

Aquí dejo unas cuantas fotos del viaje desde Curitiba a Morretes, trayecto en el trenecito Serra Verde Exprés por la Mata Atlántica:















martes, 19 de enero de 2010

Puerto iguazú


El breve pero intensísimo paso por tierras argentinas me ha dado la certeza de que Sudamérica y desde luego Argentina es paso obligado y el siguiente país que me encantaría visitar. Puerto Iguazú a diferencia de Foz es una ciudad algo más acogedora aunque tiene también ese aire de paso y de estar todo al tuntún; una ciudad a medio montar pero sin la intención de llegar a hacerlo nunca.

Al contacto con el lado argentino percibes inmediatamente los signos de una sociedad decaída. Asolada por la brutal crisis económica que les convirtió en un pueblo pobre de un día a otro.

-Van a ver las cataratas? -preguntó el taxista
-Sí
-De dónde son?
-De Espana
-Ahhh!! De Espania!!! Entonses no hay problema, manejan plata. Podemos haser presio.

Impresionante, todo está a más de la mitad de diferencia respecto a Brasil, donde el valor del Real lo hacen casi comparable a precios europeos, y aún así te dan la posibilidad de regatear.
CATARATAS
Las cataratas desde luego son un espectáculo inolvidable. una maravilla natural que la mano del hombre ya ha contaminado con su prepotencia.
Quiero decir que "Parque natural de Iguazú, misiones" bien podría llamarse "Parque de atracciones de Iguazú" ya que han querido sacar tajada absolutamente de todo. No es sólo la senaléctica y creación de senderos, trenecitos, carreteras....es también la incursión de safaris, tours, lanchas, etc. por no hablar de la parte brasilera que si no pagas extra (la entrada ya sin cincuenta y tantos euros) no puedes sino disfrutar de una sola parte.


Aunque plantarte ante la inmensidad de las aguas cayendo con fuerza descomunal es indescriptible. Y compensa.

Salir de Puerto también tuvo su toque: después de una noche completísma: delicioso asado, caipirinhas, clases de tango, Quilmes de 650 ml, buena companía y bano nocturno en piscina, a la maniana siguiente nos fuimos al centro de Puerto para pasar de nuevo la frontera a Brasil. Inevitable tb comparar la humildad de su gente:

Maravillosa tendera cerca de la estación, que nos vendió mate y postales y nos ofreció una charla agradable, buenas vibraciones y una advertencia:

-Que la pasen bien, pero tengan cuidado porque son lindas y los brasileros muy fogosos.

Dejamos Puerto Iguazú sobre las 10 de la maniana y nos llevamos un buen sabor de boca, muchos recuerdos y los pies rojos de polvo. Toda la zona está cubierta de una fina película de polvo rojo: asfalto, aceras, bordillos, zapatos, ruedas... todo. La tierra sigue siendo aquí duenia y seniora y lo recuerd dejando marca en todo aquello que la pisa.

sábado, 16 de enero de 2010

UN CACHITO DE ARGENTINA: PUERTO IGUAZÚ

Vicky, ya que me estoy perdiendo el flamenco de Carrete,me pongo a practicar el tango argentino.

Esto fue en el hostel de Puerto Igazú donde por 5 euros cenamos churrasco cipirinhas y show de tango. Después me dieron una clase. Miren que pose, jejeje. Buenísima noche.

Besos





2 ª ETAPA: CATARATAS



FOZ DO IGUAÇÚ


Llegamos después de 16 horas de traqueteo incesante a la ciudad de Foz do Iguaçú. Tenía aún calambres en las piernas. En mi mente abotargada se mezclaban las últimas imágenes de São Paulo con sus kilómetros de favelas, el olor de los bares de carrtera e Brasil (lanchonetes y otros) y un poco de desazón por no haberme despertado y despedido de mis companeras de asiento en el autobús que me ofrecieron conversación, ayuda y sonrisas durante el largo trayecto. Sudamérica es increíble para el contacto humano.


A través de la ventana del bus todo era verde brillante.

La preserncia tropical se hacía patente en la bastísima humedad del aire.

Foz es una ciudad más bien fea, de esas de las que sólo te apetece huir cuando todavía no has llegado.

Sin embargo, me dejó una experiencia buena, como todo en este viaje lleno de "causalidades", senales encadenadas, símbolos y buena suerte.

Conocimos a Pablo sentado cerca de la parada de bus que nos debía llevar a la frontera argentina. Asomaban unos rizos negros entre bultos de equipaje y fundas de instrumentos musicales.

Estaba leyendo algo de Huxley y al poco de llegar nosotras exhaustas con las mochilas y caras de novatas, se nos acercó a preguntar no sé que cosa. Sólo me di cuenta de la hilera de dientes blanquísimos sobre la piel tostada. Llevaba unos pantalones cortos y roídas zapatillas pisadas en el talón.

Pablo era catalán y tenía algo. Quizá la franqueza de su mirada, la hilera de perlas o la ternura que provocaba al contarnos sonriendo que llevaba 4 meses en Brasil y pensaba quedarse porque le encantaba. O cómo, rascándose las heridas de mosquitos, bromeaba consigo mismo diciendo que iba de autóctono sin serlo.

Acompanaba a un grupo de músicos trotamundos a los que se había pegado hasta Córdoba (Argentina) durante 22 horas de bus.

Es curioso cómo uno puede enamorarse en silencio y que sea fugaz e intenso como las vengalas de una noche de San Juan. La vengala de Pablo se consumió en un paso de fronteras y dejó una estela invisible en mí.



(Nota: este viaje no para de enamorarme: lugares, personas, historias, costumbres...)






martes, 12 de enero de 2010

São Paulo: Retrato de una ciudad

Dimensiones del lienzo: De cómo el prefijo mega adquiere su significado.

São Paulo es la segunda aglomeración más grande de Latinoamérica y la tercera del mundo. La palabra megalópolis parece quedarse corta cuando desppués de casi tres días te has estado moviendo (incluyendo taxi, metro y autobús) en una cudrícula diminuta de un mapa que ni siquiera comprende el centro de la ciudad.

Composición: De cómo el artista usó arcilla y sangre junto a materiales sintéticos de última generación

São Paulo está lleno de rascacielos inmensos que te hacen quebrar el cuello para observar su altura.

La avenida paulista denominada en muchas guías como los campos elíseos Paulistas es una especie de "Quinta Avenida".

La arquitectura consumista ha creado aquí la paradoja de encontrarte con edificios de , cuántos? 50 pisos? y al pie de ellos gente durmiento en el suelo.

Cuántas camas caben en este edificio?






Color: De cómo mezclando amarillo y rosa se obtiene naranja

São Paulo y toda Brasil no es multiracial ni mestiza, es lo siguiente, Es cuando ya no puedes a simple vista averiguar el trazo de la herencia: caboclos (mestizo de blanco e indígena) mulatos (africano y blanco) cafuzo (indígena y africano)...

Lo que verdaderamente me ha sorprendido en este aspecto es gran comunidad jâponesa (término que designa a japoneses, coreanos y chinos) mestiza del barrio Liberdade.

Oriente en muy pocas ocasiones se ha mezclado. Auqnue encuentrs comunidades en casi todas partes del mundo, la mayoría de veces resultan impenetrables y han sido muuy celosos de mantener intacta su identidad. Brasil, sin embargo, penetra tanto en la sangre que obliga a mezclarse, beberla y ser parte de ella.

Retrospectiva: De cómo se cruza la mirada del espectador con la del protagonista

La altanería vergonzante de barrios y avenidas lujosas con tiendas de precios prohibitivos y personas desfiguradas por el botox abofetea a los otros tantos barrios paupérrimos donde la miseria y suciedad se hacen multitud y ensordece el sentido del oído y satura el olfato.

Pero lo más sorprendente es encontrar "trocados" a elementos de unos en espacios de otros.

Normalmente esto se da con una sola direccionalidad: pobres en barrios ricos.

Creo que se me ha grabado en el recuerdo la aparición de una vagabunda que el primer día, mientras mirábamos unas direcciones, nos abordó con su lengua de trapo escupiendo insensateces.

Primero alegre, luego ofendida y desairada, sin saber porqué, empezó a soltar impromperios a diestro y siniestro mientras se alejaba. Fue entonces cuando me percaté de que no había respirado en todo ese tiempo. Así que hinché mis pulmones y se me llenaron de aire rancio, sucio; el olor de la vida en el asfalto.

La ví como se alejaba de espaldas, sin poder apartar la vista de sus bermudas claras, chorreadas por un cerco de orín y sangre.

El Paulistano en general es agradable y amable. Eso sí, tiene prisa por agarrarse a l carro de la postmodernidad consumista pero quién puede juzgarle?

Atmósfera: de cómo sentirse bem vindo

São Paulo ha alcanzado los 35 asesinatos al día.

Cómo sentirse seguro ahí donde "la miseria y el hambre no son figuras literarias"?

Lo cierto es que sólo he sentido miedo ante un hecho:

"Los ninios aquí no miran como ninios"