Te recuerdo tan pequeño y dormido.
Vulnerable a todo y todos. Dulce y generoso. Bueno.
Cómo decirte que las historias de microbios que se comerían tus uñas y tus dedos eran mentiras.
Cómo decirte que a veces, muchas, mentimos, engañamos, herimos, sólo a los que no lo merecen.
Cómo... que casi nunca nos atrevemos a hacerlo con tiranos. Y por eso pasaste al lado obscuro.
Cómo decirte ahora que no están obligados a quererte aunque tú los ames.
Cómo...que no debes derrumbarte ante el fracaso.
Cómo decirte que la vida es más que eso, si eso nos vuelve locos a todos.
Cómo enseñarte o protegerte si mi ejemplo es desastroso.
Si ni siquiera sé que lo mejor sea razonar.
Si mis palabras son tan burdas como mis consejos.
Cómo decirte...
1 comentario:
Debería darme cien latigazos. Abrirse la tierra en dos y tragarme los infiernos. ¡Cómo he podido postear en las siguientes entradas sin haberme percatado de ésta!.
Me recuerda el por qué empecé a venir asiduamente a tu blog.
La entrada es de una sensibilidad desbordante. Es bonita. Es arte. ¡Casi me dan ganas de ser mujer!.
Siento vergüenza ajena de que nadie haya posteado antes que yo.
Llegué a tu blog de casualidad. Y me quedé porque casi te considero un alma gemela. Cuando me sentía solo ante las circunstancias de la vida, me reconfortaba la idea de que había alguien buen@ por el mundo. Ya no estaba solo.
Amig@s de Nut, ¡sacad tiempo de donde sea para postear!. Para arroparla. Aquí y lejos de aquí.
Un beso muy grande gemela.
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