sábado, 3 de noviembre de 2007

Y TÚ ¿CÓMO ME QUIERES?


No quiero ser aprendiz de poeta,
que para eso ya estás tú divagando en la luna.
Sin embargo, no quiero ser la parte práctica de la cuestión,
la que cuente los días, los promedios
y compatibilidades; frígida de emociones.

He de decirte ciertas cosas a través de esta aséptica
y lejana ventana que nos une.
Nunca me gustaron las matemáticas del sentimiento.
Por ello, renegaba de tus palabras caprichosamente
para obligarte a contestarme: "no cuánto, sino ¿cómo me quieres?"

A mí, ya sabes, jamás me oirás decirte cuánto o hasta cuando.
Decirte mil veces hambriento no te hará sentir más hambre.
Decirte cómo te amo, me parece más justo, más preciso.

Te amo lo suficiente como para no prometerte nada,
como para no querer que me cojas de la mano y me guíes
como para saber que no va a durar toda la vida,
te quiero sin prisas, sin locura irremediable o pasión infinita...

Te amo, como se ama verdaderamente, desde la sinceridad
y la certeza de que las promesas caducan, de que no quiero
ser guiada por tí, sino acompañada,
de que algún día, las cosas se acaban, pero hoy es hoy,
y te quiero lentamente apreciando cada instante que te tengo.


PD. Me van a perdonar este post tan empalagoso, pero aquí está empezando a hacer mucho, pero mucho frío.

3 comentarios:

airen dijo...

Joder... muy pero ke muy bueno el texto. me ha enkantao, pekeña...si de verdá te lo krees, bajo mi punto de vista, eso es kerer verdaderamente a alguien.
Gracias por las palabras.

Ulises dijo...

Es precioso lo que has escrito. Escribo un retazo de un poema de Benjamín Prado que me encanta y que creo que viene al hilo... ah! y recomendar a tod@s la lectura de "Teoría del Cuerpo Enamorado" de Michel Onfray (editorial pre-textos), libro sorprendente e imprescindible.


Yo no quiero
que seas
una luz
en medio del naufragio;
que te salpique
el agua
amarga
de mi vida.
Yo no quiero tu ayuda,
sólo
quiero
tu amor.

Yo no quiero
decirte que hay un mundo
en el que una promesa
es ya media mentira
y el corazón oculta
un hipódromo rojo donde corren
la deslealtad
contra la ingratitud.

Porque existen verdades
que podrían
dejar su mancha en ti
como deja la pluma
sobre el papel en blanco
su gota de pantera.
No preguntes,
mi amor,
porque hay historias
que contagian abismos,
que extienden cicatrices,
que son
la abreviatura
de un veneno.

Paula dijo...

Me acabo de levantar de una supersiesta... No tienes ni idea (aunque, ahora que lo pienso, seguro que si :)) de lo mal que me sienta levantarme a las 5 de la mañana para ir a currar. Ya apenas gruño en la oficina. Estoy tan dormida que centro toda mi actividad cerebral en procurar mantener los ojos abiertos.

¿Cuantas veces hemos hablado tu y yo de amor? Se me quedo grabada para siempre aquella frase que decia "me canse de que las olas siempre rompieran en mi". Al final sabes que siempre desembocamos en la postura egoista del amor: ¡todo para nosotras y por nosotras! Que guay darme cuenta ayer, nuevamente, mientras charlaba contigo, de que somos mas exclusivas de lo que presumimos en esto que llaman amor. Y que lo asumamos entre risas...